A Sarai
Pensar en un regalo para alguien querido no es fácil. Casi siempre. Por eso cuando piensan en mí para algo así, la responsabilidad es doble: por empatía y por dedicación para cumplir con los deseos de la persona que me lo pide. Se habla, se elige, se recomienda, se aconseja, y se toma una decisión. A veces para no pensar más en ello y otras veces, porque: “sí, esa es”. Llamadlo corazonada. Suele ser la clave en las decisiones importantes.