El peligro de asomar detrás de tu puerta
A todos nos gustan las citas. Creo. Nos inspiran, nos motivan. Las colocamos en el principio de nuestros libros, en nuestros diarios… Yo tenía mi carpeta -y la mesa- del instituto llena de citas, poemas, etc., y por supuesto no era algo original. En esa edad estamos casi ansiosos de referencias, de inspiración. Con suerte, esa sed no se nos va a quitar nunca y seguiremos bebiendo de las palabras como si de agua fresca se tratase.