Carpe Diem (Meditatio) II Vivere Memento…
Hay días muy especiales. De esos en los que te levantas y, sin esperarlo, tienes un premio. El azar ha determinado que ese día, y no otro, sea quizá uno de los más especiales de tu vida. Sientes la necesidad de anotarlo y lo haces en lo primero que tienes a mano: en el calendario que te dieron en la panadería con la imagen de San Lorenzo, en ese bloc de notas que tiene sólo tres hojas porque te lo destrozó tu hijo, o en la mano con un boli de Bic que ya no escribe porque hace mucho que perdiste el capuchón. Bueno. Pues eso se acabó… al menos para el/la afortunado/a futuro poseedor de la pequeña Carpe Diem Meditatio.