Retroalimentación
He puesto intencionadamente este “palabro” -que diríamos cuando no sabemos muy bien qué significa algo- en sustitución de aquella inglesa que más se suele mentar para explicar lo mismo: el famoso “feedback“. La primera vez que oí esta palabra fue en un curso para formadores. Uno de mis compañeros mencionó que, como profesor, no se solía percibir el feedback en los alumnos. Al final del curso cada uno íbamos a preparar una clase sobre nuestra especialidad para que pudiera ser calificada por nuestros compañeros, con el fin de corregir errores y mejorar, pero también de decirnos nuestros puntos fuertes.